Pequeñas inconformidades
-Segura que escogió el correcto??no tienes algo más que......... me cubra?!- pregunté a la señorita que me estaba atando con un broche dorado y brillante, las telas negras que enrollaban mi cuerpo. Su mirada mostraba concentración en lo que hacía, aseguré que apenas me había puesto atención.
El vestido no era tan escotado como el que llevaba puesto la blanca y despampanante Danae, pero aún así......no llevaría a todos lados una prenda tan corta y toda descubierta de la espalda!!! Todavía estaba en mi sano juicio como para razonar y distinguir entre lo normal y lo que no era adecuado.
Por obvio razonamiento , esto no era apropiado.
Mmmmm.....sí, ok!.... lo acepto!........ solía gustarme consentirme y arreglarme para sentirme y verme bien. Amaba embellecerme y tener tiempo para un poco de rimel, blush y delineador; lo cual no me hacía nada mal. Pero eso era sólo en algunos dias y en las fiestas; lugares donde debías sorprender; situaciones donde era completamente normal! espacios donde utilizabas este tipo de indumentaria porque era adecuado o por lo menos algo decente y no tan llamativo y exuberante como estarlo usando todo el día en calles. (o lo que sea que tuviera este lugar llamado Eternial)
En un sitio como este no creía que fuera de actitud necesaria y estricta usar este tipo de atuendo; no cargaría las 24 horas del día esta tela enroscada en mí! Sentía que en cualquier rocé de uñas o un tirón se rasgaría y voila! tendría la mayor vergüenza protagonizada (por supuesto).......... por mí.
Por esa razón me rehusaba tanto.
Tan solo recordar el día de la fiesta de cumpleaños quinceavo de Jimena, se me erizaban los vellitos de la piel. Un idiota borracho (tomando solo vino) me tiró a la alberca de la casa donde celebrábamos. Y el vestido blanco que usaba era de una tela delicada, demasiado delicada diría yo. Lo único que me quedo hacer fue quedarme allí haciendome la tonta hasta que pude salir discretamente mientras otros se aventaban y nadie me veía......
No me pondría este vestido si había alguna posibilidad de evitarlo...
-lo siento señorita Jane pero eso es lo único- contestó la chica llamada Priscilla.
Agggg!!!!!!!!!
Me frustré porqué no podría solo existir este tipo de ropa. Debía estarme engañando!!! No podía ser posible que toda la gente se paseaba con esto puesto, por lo menos ella misma no lo hacía.... un vestuario como el suyo sería más que suficiente; era discreto y no estaba nada mal.
De inmediato, un plan surgió en mi mente .
-está bien..... pero.... podría sólo saber ¿Dónde está mi ropa?- cuestioné intentando arreglar el vestido y cubrir un poco más de mi espalda.
-está guardada, no me permiten dársela- dijo con dificultad sosteniendo una aguja y alfiler al instante que cocía mi manga derecha tratando no pinchar mi brazo que se movía.
Me frustré aún más.
- Pero si es mía!!! No tienen derecho!!! - exclamé mas triste que enojada
No era justo que me hicieran esto!
El asunto se estaba pasando, y bastante.... Aprovechaban mi decisión! Esto era explotación!
-lo sentimos pero esto es lo adecuado; le brinda el puesto social más alto y los recursos y la agilidad necesaria para moverse en las futuras batallas- dijo cortando con un cuchillo brillante el hilo que volaba hasta mi codo.
Alejé instantáneamente este por temor a que me hiciera una herida pero parecía dominar perfectamente el objeto filoso.
-perdón por ser tan grosera contigo cuando solo estas acaparando ordenes, pero reaaalllllmmente , no me importa mucho aquello. Sí no me dejan usar algo menos inapropiado, no lucharé- dije intentando inútilmente quitar uno de los broches en mi hombro (comenzaba a afirmar que esta ropa se basaba un poco en la ropa romana).
No seguiría con esto.
Aunque el atuendo con el que llegué a Eternial era solo mi pijama, me hubiese sentido más cómoda, no sabía porqué tanto alarde, yo estaría bien sin usar lo extravagante que me obligaban traer puesto.
Tras oírme Priscilla bajó su mirada, torció la boca y dió un respiro hondo antes de decir:
-mi..... mi prometido esta en la guardia del reino, y....... si él y todoss... esos.. soldados no reciben ayuda,..... la esperanza se acabará..........- terminó aún sin mirarme; tartamudeando, no queriendo decirlo porque le dolía recordar y pensar en aquello.
Y de pronto:
Plash!
Un bote de agua congelada calló sobre mí. (figuradamente)
Me sentí estúpida el haberle amenazado con no ayudar....... me estaba comportando como una niña mimada y desinteresada por los demás.. una completa egoísta y ególatra!
Yo ya había tomado la decisión, y aunque lo anterior lo había dicho de broma porque quería evadir este vestuario tan desagradable, acabé siendo una completa tonta al haberlo dicho en voz alta y actuando muy bien para que pareciera totalmente real lo que había dicho.
-en realidad lo siento, no quise.... no lo decía enserio.. fui muy ruda y no es nada apropiado- me disculpé fugazmente, esperaba no haberla herido demasiado.
-no tiene las culpa, no eres de nuestro mundo- dijo calmada y con una sonrisa pequeña- yo en tu lugar, desde el primer segundo hubiese rogado irme...., solo te pido que porfavor reconsidérelo, es por su bien este tipo de vestuario, intentamos elegir el menos extravagante, pero estos son los únicos para los guerreros superiores. Y no se consterne mucho, despues llevará algunos escudos y otros objetos, además la tela es especial, es casi imposible de romper...-
Glup.... había tenido pensado intentar hacerle unos arreglos pero creo que eso no sucedería.
Analicé todo con mayor calma. Respiré hondo y le tomé las manos, su mirada tenía aún esperanza y no quería que la perdiera, no por mi culpa, no sin hacer nada cuando se podía y menos por un tonto vestido. No quería presenciar lo que había visto hace unas horas; pánico, terror..... no, no quería volver a pasar por aquello....
-perdóname, no lo decía enserio- repetí - en verdad lo siento.... y...............................bueno...- resoplé - no está tan mal, supongo que hay peores- dije imaginando a Danae; tenia que ser agradecida, en aquella situación de plano jamás hubiese salido de la habitación en donde me encontraba.
-hey Jane! ya estas? lo siento si Eternial y yo no podemos esperar un mes más, pero la guerra no espera- dijo sarcástico Derrick desde afuera.
-callate!- grité enojada, odiaba cuando me apuraban, necesitaba mi tiempo. Además tenía que asimilar todavía esto.-ashh! que impaciente! - me quejé con Priscilla acerca de Derrick. Ella enseguida rió tímidamente en forma oculta, me desconcerté.
-pasa algo?- le pregunté.
- es sólo que......... me sorprende como se llevan..- dijo dando vueltas alrededor de mí para ver si había un desperfecto en mi vestido.
Priscilla había hecho un maravilloso trabajo. Sabía que lo había rechazado por completo cuando me mostró por primera vez que este sería el vestido que usaría durante mi estadía aquí en Eternial, pero sí me hubiesen dicho que era para una cena,un festín, o algo parecido.. con gusto hubiese aceptado; realmente era bello.........Un discreto escote en "V" con terminaciones de broches doradas llenas de figurillas en los hombros, lugar que dejaba caer unas pequeñas mangas para cubrir parte de mi hombro.
La espalda estaba en descubierto y llegaba a un lugar apropiado después de mi arreglo y de la ayuda de ella.
La tela era algo ajustada hasta un poquito más arriba de la cadera, sitio en donde se desplegaba con toda su libertad formando un tipo de falda de una extensión aproximada a una mano semi extendida arriba de la rodilla.
Era todo negro y me agradaba, combinaba con mi color de piel.
-Huh! no es mi culpa, él es un grosero-
-Oh, eso me toma por sorpresa ya que el señor Derrick es todo un casanova- respondió Priscilla confundida y dejandolo mostrar con una torcedura de labios y un ceño fruncido.
-wow... ya veo- dije con cisaña -apoco???-
-claro! él es bastante famoso entre las damas de Galiana y muchas otras regiones, no hay chica que se resista a sus encantos y aparte...- dijo comenzando a hablar con más velocidad pero se detuvo subitamente al darse cuenta que estaba hablando de más - pero Oh, eso no es de mi incumbecia... perdone, ssolo lo sacaba a la luz porque hay veces en que no acepto sus parejas, y no esque sea su madre o algo, pero comencé a acostumbrarme por diversión a criticar a la nueva chica con la que andaba.......... usted quedaría perfecto con él, se ve que se agradan- sonrío
-hey, espera espera. "Nosotros" osea, yo y Derrick.... nunca existiremos... él me odia por ser humana y yo a él, y aparte...... no me gustan los casanovas, odio a es tipo de personas- me quejé enchurrando mi cabello con mis manos. Sabía que me escuchaba como una completa dolida pero no quería que comenzaran a pensar aquello.
Priscilla asintió no tan convencida y enseguida desapareció del pequeño cuarto dorado y alumbrado con luces amarillas, donde enfrente de mí se encontraba un espejo enorme y en mi lado derecho estaba la puerta de metal que separaba el cuarto en donde Derrick esperaba y era aprueba de sonido.(Al entrar aquí pregunté porque la puerta de metal. Ella me explicó que todas eran así, para que los vampiros y otras criaturas no escucharan lo que se decía en las habitaciones y así tener cierta privacidad)
Regresó rápido y apareció con un objeto extraño en su mano derecha, algo parecido a la coraza superior de concha boca arriba que contenía pequeños círculos de diferentes colores.
-cierra los ojos- dijo mientras con sus dedos tocaba mis párpados. Lentamente colocaba algo acuoso sobre ellos, imaginé que era sombra, y lo rectifiqué cuando pude abrir mis ojos y ver en mi reflejo del espejo un tono oscuro ahumado en ellos. Simplemente me fascinó.
-wow! te quedó perfecto! Muchas gracias, esto me gusta, todo ya me esta gustando, no esta tan mal.............. y ... - paré para girar sobre mí y quedar frente a ella -haré todo lo posible para que pueda.... no prometo nada porque soy solo una niña de 16 años... pero, salvar eternial- dije sincera.
-lo que haga será mas que suficiente- sonrió amable dejándome ver que era una persona demasiado cariñosa la cual aunque evadiera salvar su mundo, no era capaz de gritarme ni nada parecido a lo que yo hubiera hecho.
Caminé leeennntamente hacia la puerta, no quería mostrarme ante otras personas; este vestuario y estos zapatos extraños parecidos a unas sandalias solo que con tiras por mi tobillo, no era algo que yo usaría para el día. Pero debía admitir; tenían sentido de la moda.
Respiré, y dije, “omitir los comentarios tontos de Derrick y todos los demás”
"no ponerte roja"
"actuar normal"
"pensar en otras cosas"
"pensar en chocolate....."
-wow...- dijo bajo, casi susurrando Derrick y parpadeando muchas veces. Al atravesar la puerta el se había levantado rápidamente de un sofá rojo y largo en donde había permanecido sentado. Por lo menos tenía buenos modales.
-que?- pregunte severa, apostaba que había una ofensa al finalizar esa frase.
-te ves....-
-como? sólo dilo- dije ya enojada adelantando el regaño.
-demasiado bien- dijo para mis sorpresa pero con un tono desinteresado en las palabras.
-enserio?- dije ahora yo sorprendida, me sentía halagada.
-si... te ves en... cierto modo.... tu sabes..... muy bien,..... linda..- dijo mirando a la ventana que quedaba a su lado izquierdo evadiendo mi mirada que veía sus ojos verdosos.
Sentí que la sangre se subía en mi cabeza y hacía pequeñas presiones. Apostaba que mis mejillas estaban rojas tomate y tan solo pensar que lo estaban hicieron ponerme mas nerviosa, me sentía apenada.
Así que intenté calmarme.
-jjajajaja- reía casi histéricamente. En el futuro intentaría recordar no reir cuando estuviece apenada, me parecía a una maniática nerviosa y psicópata
- gracias derrick, pero bájale, no me atraen los vampiros como tú- bromee sonriendo.
Él frunció sus cejas y en lugar de negar o reclamar algo solo dijo.
-demasiado, tenemos que irnos-
-por cierto, a donde vamos?- dije mirando y cuestionandolo al momento que caminábamos por un pasillo azul oscuro un poco alumbrado por la luz solar del amanecer que atravesaba las ventanas de círculos.
-a la prisión del fuerte-
-oh que bien, gracias, pero no tienes que mostrarme tu casa. supongo que la mía no tendré que enseñártela porque ya estuviste de intruso y te es fácil escabullirte en hogares- dije malevolamente mientras me burlaba.
Derrick puso en blanco los ojos y siguió avanzando sin decir nada.
-mi casa suele ser un poquito mas grande verás. Solo iremos a desencarcelar a otro humano elegido- explicó.
-ahh wow, me alegra saber no ser la única-
Bajamos varias escaleras amplias, de caracol, angostas, etc... hasta llegar a un pasillo oscuro y lleno de humedad, el sonido de gotas cayendo parecía que tarde o temprano me volverían loca al igual que el sonido de animales corriendo por el piso, no dejaba de verlo gracias al miedo de aplastar uno o ser comida por otro.
Conforme caminamos por ese corredor, comenzaron a haber celdas cubiertas por telas negras, el sonido de algo que respiraba y se movía tras ellas me atemorizó, no quise preguntar, no sólo por saber qué era si no por hacer ruido y alertarlos.
Seguimos avanzando un laaarrrgo camino hasta que las mazmorras comenzaron a verse y estar vacías. Me tranquilicé.
No obstante, me calmé mucho que ya ni siquiera tuve precaución hacía el piso mojado y resbaladizo. Al bajar un par de escalones, tropecé y casi caí en el suelo lleno de charcos acuosos.
Por suerte, el "maravilloso y rápido" de Derrick alcanzó a sostenerme.
-estas bien?- preguntó consternado
-si, gracias- dije temblando cuando tuve contacto con su piel fría.
-ten más cuidado ¿si?. Se me olvida que eras humana- sonrió a medias.
-huh!- bufé enojada.
Quite mi palma de la suya que me sostenía y seguí caminando por mi cuenta.
Mas escaleras, más caminar en silencio para no descontrolar a las criaturas o personas que estuviesen detrás de los calabozos tapados por cortinas.
Mucho más adelante comenzaron a haberlas pero sin las telas que las cubrían. Estaban vacías, esperando a ser llenadas por criminales o suponía yo, guerreros de la princesa malvada que atacaba Eternial.
-cuanto más caminaremos? ya estoy..- dije antes de volver a tropezar.
Derrick volvió a cacharme, esta vez no tan rápido y yo ya tenia la mirada casi pegada al piso.
-todo lo que te digo te entra por un oído y te sale por el otro como si lo que te dijera fuera algo malo Jane- rió suavemente -lo digo por tu seguridad, la cual nos importa a todo un mundo ¿ok? así que no me tires a loco y has lo que te digo- dijo agarrando todavía mi brazo y regañandome
-esta bien- dije mas enojada.
Intenté apartar mi brazo de su mano que la encerraba pero él no me dejó , en cambio la deslizó hasta estar mano con mano. Caliente contra frío.
Me puse un poco nerviosa pero me dije:"piensa en chocolate" y omití el hecho de que caminábamos con las manos entrelazadas.
Casi al final del pasillo donde andábamos, llegamos a una celda en la cual se encontraba un chico pelirrojo sentado en el piedral, mojado y descuidado piso dándonos a nosotros la espalda. Murmuraba algo, una melodía.......
No se percataba que nosotros estábamos allí.
Lo miré tontamente, se podía apreciar que su cuerpo estaba bien formado (delgado, alto, algo musculoso sin verse desaliñado) al igual que Derrick. Me pregunté que si él no fuera vampiro, cual de los dos ganaría en una pelea.... Y me reí al pensarlo pero me callé súbitamente, aún así el chico no se movió ni un cm tras mi risa ruidosa, yo en su lugar hubiese volteado para ver quien estaba allí cerca.
-esta.. bien?- susurré ya consternada a Derrick quien lo veía con enojo.
-si, solo que desde allí dentro no escucha lo que pasa fuera de esta mazmorra-
-como?- pregunté desconcertada
-un hechizo Janie- explicó
Janie? Derrick se volvía loco.
Sacó de su bolsillo una llave plateada de una extraña forma, era grande, y con solo dos dientes.
La insertó en la cerradura y giró 2 veces a la derecha, una a la izquierda y 3 más a la derecha.
Abrió y dio un paso, yo lo seguí y aunque el hubiera dejado de sostener mi mano para abrir la puertezuela, yo volví a tomar la suya por cierto sentimiento de miedo que presencié, parecía una película de terror.
El chico seguía sin darse cuenta de nuestra presencia y seguía canturreando su melodía, sentía que en cualquier segundo se pararía y rápidamente se abalanzaría contra nosotros y nos comería.
Derrick presionó mi mano y me mantuvo detrás de el. Cerró con su mano libre la puerta y entonces fue cuando el chico notó que alguien aparte de él estaba dentro de la celda.
Ahí fue cuando volteó.
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